La bioseguridad en granjas es uno de los pilares más importantes para mantener el bienestar animal, evitar brotes infecciosos y garantizar la inocuidad de los productos pecuarios. Sin embargo, no basta con aplicar medidas preventivas: también es necesario evaluar su cumplimiento y efectividad.
Para eso existen las auditorías internas de bioseguridad. Estos procesos permiten identificar riesgos, detectar fallas y asegurar que las prácticas implementadas realmente funcionen. Evita las pérdidas mortales en tu granja y mantén la producción de tu granja siempre operativa con los consejos que te daremos a continuación.
Tabla de contenidos
Paso 1: Definir el alcance y los objetivos
La planificación es clave al momento de hacer auditorías. Comienza determinando qué áreas serán evaluadas como instalaciones, equipos, sanidad animal, manejo de residuos, etc, y cuáles son los resultados que esperas obtener.
Por ejemplo, en el caso de las granjas avícolas, pueden enfocarse en evaluar la limpieza de galpones, el control de ingreso del personal y la desinfección de los vehículos.
El objetivo principal de una auditoría interna debe ser medir el grado de cumplimiento de las normas de bioseguridad en granjas internas o externas (como las del SENASA o los lineamientos internacionales de la OIE).
Paso 2: Crea una lista de verificación o Checklist
Luego de definir el alcance y los objetivos, deberás crear una lista con todos los puntos que deseas revisar. Este documento será la guía del auditor y permitirá obtener resultados comparables a lo largo del tiempo, lo que te ayudará a garantizar una producción sostenible. A continuación, te dejamos un ejemplo de lista:
- Limpieza y desinfección de instalaciones
- Registros sanitarios actualizados
- Control de roedores y aves silvestres
- Funcionamiento de pediluvios y rodaluvios
- Inventario de productos veterinarios como desinfectantes para asegurar su disponibilidad y correcto uso
- Control de accesos y condiciones del cerco perimétrico
Te recomendamos calificar cada punto con “Cumple / No cumple / No aplica” y colocar un espacio adicional para observaciones o evidencias fotográficas que puedas adjuntar.
Paso 3: Evaluar las medidas de limpieza y desinfección
La limpieza y desinfección son el corazón de cualquier programa de bioseguridad en granjas. Durante la auditoría, verifica lo siguiente:
- Si se realiza una limpieza previa con detergente antes de aplicar el desinfectante.
- Qué productos se usan y si están registrados para uso veterinario.
- Si se respetan las dosis, tiempos de contacto y frecuencia de aplicación.
Por ejemplo, Virodine® S es ideal para desinfectar pisos, jaulas y equipos, mientras que Viroguard® 6 puede aplicarse en galpones o áreas de alto tránsito. Comprobar que los operarios usen el producto correcto y en la concentración indicada es una de las tareas que realiza el auditor.
Paso 4: Revisar el control de accesos y flujo de personas
Uno de los mayores factores de riesgo de contagio y, que muchos pasan por alto, es el ingreso de personas, vehículos o materiales contaminados a la granja. Durante la auditoría, asegúrate de evaluar:
- Si hay un registro de ingreso de visitantes y proveedores.
- Si se cuenta con áreas de cambio de ropa y calzado limpio.
- Si los pediluvios y rodaluvios se mantienen con solución desinfectante activa.
- Si se restringe el ingreso de animales ajenos o de vehículos externos a zonas críticas.
La bioseguridad en granjas requiere de disciplina y compromiso de parte de todo el equipo involucrado. Un solo descuido puede introducir patógenos como Salmonella spp., E. coli o virus respiratorios que afectan gravemente toda la producción.
Paso 5: Verificar la documentación
Es importante también incluir la revisión de documentos en la auditoría:
- Registros de limpieza y desinfección.
- Protocolos escritos de manejo de residuos, cuarentena y vacunación.
- Registros de ingresos de animales, visitas técnicas o transporte de productos.
- Fichas de seguridad de los productos utilizados.
Una vez que todos estos pasos se cumplan y la revisión finalice, el auditor deberá presentar un informe con todas las observaciones que se detectaron, el nivel de riesgo y cuáles serán las acciones correctivas. Lo ideal es establecer un calendario de seguimiento para verificar que las medidas correctivas realmente se implementen y así garantizar la bioseguridad en granjas.
Preguntas frecuentes
Puede hacerla un médico veterinario del establecimiento o un supervisor capacitado en sistemas de gestión sanitaria. Lo ideal es que sea una persona imparcial y con conocimiento técnico.
Depende del tipo de producción y del riesgo sanitario, pero lo más común es realizar una auditoría completa cada seis meses y revisiones parciales mensuales.
Sí, mantener un historial permite evaluar la evolución del programa y demostrar el compromiso con la bioseguridad en granjas ante autoridades o clientes.