Tener a un perro como parte de la familia implica momentos alegres y divertidos, como poder jugar con ellos, recibir cariño y gozar de una gran compañía. No obstante, también conlleva muchas responsabilidades, una de ellas es la correcta atención veterinaria que ha de recibir para garantizar su bienestar.
Como sabemos algunos perros pueden estar propensos a sufrir algún tipo de enfermedad o trastorno como la epilepsia. Si este es el caso de tu engreído, acude al veterinario de tu confianza para que le realice el diagnóstico pertinente. Además, continúa leyendo este artículo para que sepas qué hacer si tu can padece epilepsia.
Tabla de contenidos
¿Cómo se origina la epilepsia en los perros?
Cuando un perro sufre un ataque de epilepsia, se debe a una actividad eléctrica anormal en su cerebro. De esta manera, surgen las convulsiones, esto se puede observar en las diferentes fases de la epilepsia en los perros.
Etapas de la epilepsia en los perros
- Comienza con un estado de inquietud.
- Pasa a un comportamiento temeroso o agresivo en ciertos casos.
- Algunos perros producen saliva excesiva o llegan a perder la conciencia.
- Ocurren las convulsiones.
- El perro se recupera.
Cuidados para un perro con epilepsia
Si eres dueño de un perro con epilepsia debes enfocar tus esfuerzos en la prevención. Es decir, evitar que se produzca la excitación exagerada, que es la causante de las convulsiones. Para lograrlo, deberás crear ambientes tranquilos para tus mascotas (nada de ruidos fuertes, luces demasiado potentes o cualquier estímulo que pueda causar una epilepsia).
Otro cuidado importante es conocer y respetar las pautas del tratamiento prescrito por el veterinario. Como dueño responsable, administra la dosis adecuada del fármaco en la frecuencia indicada y lleva a tu fiel amigo a revisiones periódicas.
Un correcto tratamiento debe reducir la frecuencia y duración de los ataques. Recuerda que cada caso de perro epiléptico es distinto. Hay canes que tienen ataques de manera habitual y otros que sufren de manera esporádica.
Cabe mencionar que, un ataque epiléptico dura alrededor de un minuto, pero con la medicación adecuada, se puede lograr que sean más cortos y menos habituales. En esa misma línea, el dueño deberá llevarlo al veterinario periódicamente para mantener un control de su tratamiento y modificarlo de ser necesario.
Otro dato fundamental es mantener la calma frente a un ataque epiléptico en el can. Evita los nervios, ya que será clave que actúes con rapidez. Coloca al perro en un lugar seguro. La idea es dejar al animal convulsionar, a la vez que se garantiza que no pueda golpearse ni caer.
Cabe señalar, que la espuma o saliva en la boca del perro es producto de la contracción involuntaria de los músculos de la mandíbula y no necesariamente indica un agravamiento del trastorno.
Puedes colocar cuidadosamente un paño suave o una toalla doblada en la boca de tu mascota para mantenerla abierta y permitir que la saliva drene. Evitar introducir objetos extraños en la boca del can para evitar lesiones adicionales. Es importante señalar, que, aunque las convulsiones pueden ser alarmantes, no causan dolor al perro.
Finalizado el ataque, el perro se irá recuperando poco a poco. Dato importante, no intentes sacar la lengua del perro porque te puede morder inconscientemente.
Adoptar a un perro con epilepsia
Antes de adoptar a un perro con epilepsia es importante informarse a detalle sobre esta enfermedad. Además, estar dispuesto a asumir los gastos derivados del tratamiento del animal y comprometerse a ofrecer una excelente calidad de vida.
Conclusión
Las convulsiones en los perros o también conocidas como ataques epilépticos se deben a una actividad eléctrica anormal en el cerebro del animal. Llevar un correcto control veterinario y llevar los cuidados necesarios hará que estos ataques sean menos habituales y de poca duración. Además, saber cómo actuar frente a un ataque epiléptico permitirá disminuir el peligro de que nuestro perro se lastime.