El bienestar del caballo es clave para su desempeño deportivo, productivo y reproductivo. Cuando aparecen molestias como el dolor, la inflamación o la fiebre, la recuperación puede verse comprometida si no se actúa a tiempo. En este contexto, los medicamentos animales juegan un papel fundamental para preservar la movilidad, reducir el malestar y permitir que el animal continúe con sus actividades.
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El impacto de la inflamación en el rendimiento de los caballos
Las afecciones inflamatorias del sistema músculoesquelético son frecuentes en caballos de trabajo y deporte. Artritis, tendinitis, miositis o esguinces no solo generan dolor, sino que limitan la movilidad y afectan directamente el rendimiento. Cuando se tiene un manejo adecuado de medicamentos animales, se puede controlar y prever estos procesos antes de que evolucionen en lesiones crónicas.
Además, la inflamación no siempre es visible. En muchos casos, el caballo reduce su desempeño, muestra rigidez o cambios de comportamiento que pueden pasar desapercibidos si no se evalúan correctamente por especialistas.
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Antiinflamatorios: los aliados clave en la medicina equina
Dentro del manejo terapéutico, los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) son ampliamente utilizados por su capacidad analgésica, antiinflamatoria y antipirética. Su correcta elección es determinante para asegurar la comodidad del animal sin comprometer su salud general.
El uso responsable de medicamentos animales antiinflamatorios permite tratar procesos agudos y facilitar la recuperación post-quirúrgica, siempre bajo la supervisión de un médico veterinario.
butaQuest®: alivio efectivo con movilidad continua
Uno de los antiinflamatorios orales utilizados en equinos es butaQuest®, formulado a base de fenilbutazona. Este producto está indicado para el tratamiento y prevención de afecciones inflamatorias asociadas al sistema músculoesquelético, especialmente cuando se busca mantener una movilidad continua del animal.
butaQuest® actúa como antiinflamatorio y analgésico en casos de artritis, osteoartritis, artrosis, tendinitis, tendosinovitis, bursitis, miositis, neuritis, laminitis, esguinces, luxaciones y lesiones musculares. También es útil en inflamaciones de tejidos blandos como hematomas, contusiones y laceraciones provocadas por el parto, así como en el manejo post-quirúrgico y como antipirético en infecciones respiratorias víricas.
butaQuest® se administra por vía oral, directamente en la boca del animal, lo que facilita su aplicación y reduce el estrés durante el tratamiento. Las dosis específicas varían de acuerdo con el peso del caballo:
- Caballos de hasta 225 kg: 3 mL (4.4 mg/kg) en días alternos.
- Caballos de hasta 450 kg: 6 mL dos veces el primer día, seguido de 3 mL dos veces al día durante cuatro días, y posteriormente 3 mL diarios o en días alternos.
El tratamiento no debe prolongarse más de una semana, quedando su continuidad a criterio del veterinario. Este tipo de medicamentos animales resulta especialmente valioso en caballos sometidos a entrenamientos intensos o trabajos exigentes.
Importancia del acompañamiento veterinario
Aunque los antiinflamatorios ofrecen grandes beneficios, su uso debe estar siempre respaldado por un diagnóstico profesional. El veterinario evaluará la causa del dolor, el estado general del animal y la duración del tratamiento más conveniente. De esta forma, los medicamentos animales se convierten en aliados estratégicos dentro de un plan integral de salud equina.
Si buscas una solución efectiva para que tu caballo recupere su confort, movilidad y rendimiento, butaQuest® es una excelente alternativa. Contáctanos y recibe asesoría veterinaria especializada para elegir el tratamiento más adecuado para tu caballo.
Preguntas frecuentes
En algunos casos específicos, el veterinario puede recomendar su uso preventivo, especialmente en animales con historial de problemas articulares, siempre bajo control profesional.
Sí, por ello es importante respetar las dosis y la duración indicadas por el profesional a cargo.
Rigidez al moverse, cojera, fiebre, inflamación visible, disminución del apetito o cambios de comportamiento pueden ser señales de alerta.
